¿Dónde está todo almacenado mientras no se ve?
¿Dónde quedan los ecos de las palabras y los gestos
esperando que descubramos su significado?
No lo tenía presente hasta que de pronto
se abrió esa compuerta o se soltó ese recuerdo,
simplemente…
Me llamaste “Princesa” esa vez…
Pero aún no estaba lista para eso…
y me asusté…
“me parece que te estás equivocando”,
te respondí…
(Equivocando de persona… ¡¡¡Elegí entender que creías que hablabas
con otra persona… Que no me hablabas a mí…!!!)
Me hiciste princesa al verme y escucharme a mí,
a ésta que soy, tal como soy…(*)
Te pido disculpas así, acá…
(Dame una señal… regalámelo otra vez…)
(*)Eso es amor incondicional. Sólo el amor incondicional nos puede transformar…
(Esto lo publiqué en mi página de Netlog el lunes, 19 de enero del 2009 a las 03:33 y está en: http://es.netlog.com/mumycronopio/blog/blogid=2247682)
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