Cambian los escenarios, cambian los personajes, son otras las circunstancias... sin embargo el lavado de manos perdura...
Hmmmmmmmmmmmmmmmmmm
¡¡¡Qué cosa!!!
¿Por qué será que a veces cuesta tanto hacerse cargo?
¿Este afán de limpieza es propio de toda la especie?
¿Uno nace lavándose las manos o aprende con el tiempo?
¿La práctica de lavado de manos es genética o es cultural?
¿Es una enfermedad?¿Congénita?¿Contagiosa?¿Endémica?
¿Tiene cura?
¿Existe posibilidad de rehabilitación?
Lo traigo para plantearlo, para explorarlo juntos y lo dejo acá expuesto...
(No es que esté lavándome las manos ;-))

No hay comentarios:
Publicar un comentario