domingo, enero 25, 2009

Sobre las bondades de la maternidaT

Casi las 23:50... Ya no sé cómo entretener a mi nieto Max que desde hace unas horas pasa de la euforia y los juegos enloquecidos a la paz de los juegos tranquilos... Mi hijo Juan Cruz tuvo la deferencia de obsequiarnos con unos sandwichs de milanesas de pollo hechos a su modo... Paréntesis para tomar fuerzas... De pronto un enchastre abrumador me anuncia que Max está concentrado en un collage... Intento leer el Módulo del Seminario que estoy haciendo... Hace veinte minutos que releo el mismo renglón. Max corre a alguno de los perros que lo molestan... Los perros me abren la puerta... Y yo medito en las bondades de la maternidaT y obviamente en las delicias de la abuelituT (potenciadas ambas en razón de su condición de full time...) Tengo que enviar reiki a alguien que lo espera... ¡Miracolo!¡Miracolo! Una tregua... Puedo hacerlo... (Es la tele que lo atrapó unos minutos...) Mi nieto Juan Ignacio se largó a caminar hace poquito, anda por toda la casa atreviéndose a la aventura... Empuja una enorme pelota... Abre la puerta de mi cuarto... Éramos pocos... Su mamá, Florencia, intenta sacarlo pero quiere estar con la nonna (¡Será de Dios!) Se entretiene entregándome los libros d ela pila que está a su alcance... Uno por uno son depositados sobre mi cama... (¿Está maravilosamente desvelado! ¿Cuánto le durará? ¿Dónde corno está Morfeo para secuestrarlo en sus brazos? ¡San Herodes!¡San Herodes!) Sigo sentada frente al monitor sin moverme del mismo renglón... Y Renata que no llega... Y Max que pregunta por su mamá por enésima vez y adquiere un ligero tono dramático que consigue aterrarme cuando lo veo trasladarse con la almohada... "Nonna, necesito quedarme en UN LUGAR a esperar a mi mamá"... Un lugar... un lugar... Hm... ¿Qué lugar? Me regala una sonrisa enorme mientras tira sus zapatillas y se apropia del rincón de la cama... perdón, del "barco"... ¡La puerta! Estamos salvados... ¡Llegó mamita! Salta de inmediato y le escupe el reclamo "¡Tengo hambre! Preparame algo de comer!" (Recuérdese que mencioné en las líneas precedentes el recreo de los sandwichs de milanesas de pollo a la Juan Cruz) Hago silencio mientras medito en las bondades de la maternidad abnegada, esa de la que hablan cuando te enseñan del instinto maternal y hacen los homenajes del día de la madre... Y oh surprise escucho a mi hija que responde al niño reclamante...manifestando claramente su disconformidad... "¿Pero vos viste qué hora es?"
(Esto lo publiqué en mi página de Netlog el domingo, 5 de agosto del 2007 a las 00:22 y está en:
http://es.netlog.com/mumycronopio/blog/blogid=982603)

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