Sobre limpiezas y blancuras

Lavamos los guardapolvos de los chicos. Espuma espuma espuma, jabón jabón jabón... Dale que te dale quitando las manchas, procurando que se restaure esa blancura... Frotamos, restregamos, una y otra vez...
Hmmmm... ¿Estaremos sólo lavando el guardapolvo?
Quién sabe en el fondo descanse la fantasía de limpiarlos a ellos de penas, de horrores, de dolores, de injusticias... Preservarlos inocentes, limpios, sin manchas de desengaños ni desencuentros, con los ojos de asombro y la confianza a pleno, con todas sus capacidades listas para arremeter desafiando el conocimiento del mundo, buscando su propio lugar y ganándolo...
¿Qué será lo que queremos limpiar? ¿Qué significará en el fondo ese blanco que buscamos?
Ausencia de miedos, limpieza de culpas... Historia en cero, todo-nuevo, todo-inmaculado...