jueves, diciembre 17, 2009

Sobre algunas diversiones


Cuando era chica y me llevaban a la calesita, no soportaba mucho tiempo las vueltas y vueltas, me gustaba calcular el momento justo y largarme, cayendo bien parada, por supuesto, o lo menos averiada posible... La sensación del vértigo, de ese hueco en la boca del estómago me revitalizaba...
No me parecía divertido el asunto de las vueltas y vueltas y vueltas junto a las mismas criaturas, caminando dentro y cambiando lugares pero siendo los mismos, al fin y al cabo...
¿A qué nos prepararía esto de la calesita?
¿A los ciclos que se repiten? Hmmmm... ¿Y yo, lanzándome al "afuera" qué vendría siendo? Chuuuuuuuu!!!!...
Por un lado, siguen sin atraerme las cosas que se repiten pero ya no me largo como kamikaze, trato de ver los colores, los movimientos, prestar atención a algún detalle, y sobre todo, acercarme a l@s compañer@s de breve viaje ;-)
Por otra parte, conservo la atracción por el vértigo ;-) El mismo que puedo sentir al decidir explorar una situación nueva, descubrir algo que aún no conozco, dar a luz una respuesta inédita... :-)

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