"¿Quién sos?" me pregunté finalmente, luego de un silencio de días... ¿Quién sos? ¿Por qué tanta mentira? ¿Por qué fingir así? "AMIGA" Me llamabas "amiga"... Y yo ya me había dado cuenta... Esperaba... Esperaba que el milagro se produjera... Que te sinceraras...
Un largo camino de pequeñas mentiras... Iba olfateándolas, en cada paso. Te daba pistas. Pies para que blanquearas... poco a poco se sumaban detalles que iban manifestándose... Pero estabas ciego. Seguías mintiendo... AMIGA... Y yo hablaba cada vez menos... Dejaba espacio para un enorme silencio respetuoso... El afecto lo merecía... Una decena de años de charlas compartidas...
Me quedé con las preguntas. Una sorpresa primera que se convirtió en una pena breve, como un latigazo, un relámpago que hiere la oscuridad al iluminarla de repente dejando a la intemperie la mentira...
Y esta sensación de confianza que se hace trizas...
Limpiar los escombros, depositar los pedazos que no pueden repararse donde deben estar.
Reorganizar el universo de los afectos. Ver el lugar vacío. Incorporar la idea. Alguien en quien confiaste te mentía. Alguien en quien confié me mentía. Alguien que te llamaba amiga te tenía bloquada y a tus amig@s para que no se asomaran a su mundo... Alguien que me llamaba amiga me tenía bloqueada y a mis amig@s para que no nos asomáramos a su mundo...
Waoooo... Lo curioso es que no soy yo quien ha perdido...
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