Flor de salida

Anoche salimos con Flor. estábamos cansadas del día, de la semana, de debernos cosas pendientes y no tuvimos mejor idea que ir a tomar algo al centro. Sábado a la noche, toda la ciudad dando vueltas en el boludódromo...

Cuando terminamos de charlarnos todo jajajajajajaja emprendimos la caminata y a mi amiguis se le ocurrió justamente ir hacia el epicentro de la sociabilidad neuquina del sábado por la noche... Uyyyyyyyyyyyyyy

Empezamos cruzándonos con una vieja conocida, reitero VIEJA conocida. mamma mia, cómo el tiempo hace estragos en algunas personas y se venga fieroooooooooooooooo . ¡Qué cosa! Nos miramos las dos, con los ojos desorbirados, no lo podíamos creer... "La Olga" ella que era tan cuidadosa, tan exquisita y le hacía sentir a todo el mundo su condición de artrópodo... Ta hecha percha... ¿Y qué puede habernos sucedido después de asomarnos a este abismo dramático existencial emparentado con la vejetud y decrepitud? (y por qué no con la historia de La Edad Antigua y la Ley del Talión y con sabiduría popular del tenor de "El que las hace las paga" "Quien mal anda mal acaba""Denle soga que se ahorcan solos" etc etc etc)

Nos dio un ataque de risa... De no parar, de mearnos en la Avenida Argentina, desfachatadamente, de reirnos como posesas ebrias juasssssssssssssssssssssssss

No podésssssssssssssssss....

Cuando logramos calmarnos, luego de atravesar el boludódromo por donde se hacen ver los vecinos ilustres felizmente acompañados de sus felices familias que supimos conseguir... fuimos a esperar un taxi... Nada de nada... Pasaban los minutos... Yo miraba hacia la nada, para estar a tono, mientras reflexionaba sobre la inmortalidad del mosquito cuando Flor descubre que justo detrás, a pocos centímetros diría, en un conito de sombra se adivinaba la silueta del Buiyi con dos señoras acompañantes... ¡Cartón lleno! A decir verdad no teníamos ni media pila de hacer sociales a esa hora, en esas coordenadas, en semejantes circunstancias... Así, que, honrando al sabio Melquíades de los dibujitos animados y siguiendo el influjo de su filofofía rectora, huimos hacia la derecha... jajajajajajajaj así deslizandonos cual PERRASSSSSSSSSSSS ocultas bajo el manto de la incipiente noSHe jajajajajajaja Con tan buena suerte, para coronar el capítulo que nos encontramos a Dani (el hijo de Flor) tomando helado con su novia muy sentaditos en los escalones del Banco Nación... ¡Qué leeendoooooooooooooooooooo!

Ufffffffffffffffffff Flor de salida... jajajajajajajajaja