sábado, marzo 03, 2007

El bendito botón eyector y el maravilloso arte de "deletear"

La compu te ofrece interesantes y prácticas alternativas para solucionar moquitos o salir de ellos... En fin... Tenemos por ejemplo la tecla "Esc"para salir huyendo de una presentación aburrida o cerrar de una vez sin llegar al final programado... Ni qué hablar de la tecla "Delete" (=Supr) que nos permite borrar de un plumazo en un sólo acto sencillo lo que previamente hemos seleccionado... Hm...
Claro que esto en la vida real de convivencia con nuestros congéneres NO puede hacerse, aunque debo confesar que más de una vez he fantaseado con un bendito botón eyector que eliminara como por arte de magia alguna circunstancia poco feliz o al menos "bloqueara" momentáneamente a alguien, como si con un control remoto lo congeláramos y le colocáramos un bien justificado y justiciero "mute" para que de una buena vez nos dejara de joder...
Quitar programas de la pc no es simplemente borrar, porque quedan registros...
En la experiencia los registros que permanecen si sólo borramos sin desinstalar como corresponde, pueden convertirse en heridas abiertas o elementos que paralicen y detengan el crecimiento...
No te digo si andamos por la vida con algún virus que se filtró de contrabando producto de algún cruce con un hacker que nos desestabilizó el sistema volviéndolo inestable y generando error tras error...
¡Cuántas veces nos hubiese tentado formatear un instante! uyyyyyyyyyyyyyy
¡Basta, mejor! jajajajajajaja
Pero... reivindiquemos al bendito botón eyector... Nosotros somos los que tenemos el timón de nuestra vida y el derecho de deshacernos de aquello que jode al pedo...
"Deletear" es un arte, hay que saber borrar con sumo cuidado ;-)
Aprendamos a echar mano de todos TODOS los recursos jajajajajaja

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es que desprenderse cuesta ¿será porque es conocido? ¿será por miedo a lo desconocido?

Unknown dijo...

Tomar decisiones y hacerse cargo. Vivir con lo que se ha decidido. Advertir de pronto las consecuencias que no habíamos contemplado. eso también pesa, cabeza