A medida que avanza la ciencia, nuevos descubrimientos van ganando lugar en la vida cotidiana... Se nos hace normal recurrir por ejemplo a novedosas fórmulas quitamanchas que nos sorprenden con sus resultados extraordinarios... Waooo... plastrones que creíamos imposibles, enchastres de órdago...
¿Y los pegamentos? Adhesivos de todo tipo que de modo tan sencillo restauran para nosotros fisuras, crisaduras, y unen los pedazos de rupturas que tiempo atrás hubiese sido imposible pegar...
¡Hm! Sin embargo existen cosas que no son susceptibles de ser limpiadas o reparadas, para las que no existe quitamanchas ni pegamento alguno, por más maravillosos que sean estos productos modernos...
Y existe, además, la "Secreta cofradía del rey MiRdas", que todo lo que toca lo convierte en merda... Al parecer, con un riguroso entrenamiento los cofrades son capaces de destrozar de un plumazo y sin que el pulso les tiemble, los tesoros más incalculables que pueda el corazón albergar... Varones y mujeres, de edades diferentes, saben camuflarse muy muy bien y pasar desapercibidos...
Sabiendo entonces que la secrteta cofradía se mueve y trabaja entre nosotros ensuciando y rompiendo cosas que no pueden ser limpiadas ni reparadas... ¡A prepararnos!¡A cuidarnos! A tener ojo de dónde ponemos nuestras margaritas... O sea...

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