Cuando la lucha se transforma en trabajo

¿Cuánto dura esta lucha?, dijo él desde Rosario...
No lo sé, fue la respuesta.
... Tal vez hasta que se transforma en trabajo... Cuando un día despertamos sintiéndonos tan pequeños... partes de un TODO vivo y nos damos cuenta de que veníamos desgastándonos en movimientos irritantes, absurdos, anodinos... Entonces... dejamos de resistirnos y nos entregamos dejándonos conducir, dóciles, permeables... Pasa de ser una lucha que enfrenta, a un trabajo artesanal pequeño y permanente... A veces deslucido, como sin sentido... Otras, sorprendente, con frutos que emergen de pronto desde la oscuridad que alimentó la semilla silenciosa... Una labor en equipo, donde cada cual es una parte igual de importante y cada encuentro, cada circunstancia tiene un sentido que enhebra y vincula...
Y no sé -agregó a la respuesta- si no continúa "del otro lado" porque se trata del amor, en definitiva, que siempre se abre paso...